😤 Renuncié... y no fue por el sueldo: fue por un jefe que solapaba al colaborador más tóxico 🚩

 

😤 Renuncié... y no fue por el sueldo: fue por un jefe que solapaba al colaborador más tóxico 🚩

🔹 ATENCIÓN

No renuncié por el estrés, ni por una mejor oferta.

Renuncié porque me cansé de ser la única que hacía cumplir las reglas, mientras otros las rompían con permiso del jefe.

🔹 INTERÉS

En ese trabajo había un colaborador que todos sabíamos que no funcionaba: llegaba tarde, no entregaba a tiempo, y generaba conflictos con el equipo. Intenté hablar con él, documenté todo, y cuando quise levantarle una acta administrativa, ¿qué pasó?

Los mismos jefes que me exigían disciplina no me autorizaron.

"Hay que llevar la fiesta en paz", me dijeron.

"Ya sabes cómo es él", me dijeron.

Pero cuando algo salía mal, ¿quién quedaba mal? Yo.

Sostener un equipo así desgasta, no por el trabajo, sino por la falta de coherencia.

🔹 DESEO

Ese tipo de situaciones no son casos aislados. Muchas personas líderes, coordinadoras o responsables de equipos están viviendo algo parecido: te dan responsabilidad, pero no autoridad, te piden resultados, pero te quitan herramientas.

Y mientras tanto, tú cargas con el desgaste emocional, el mal clima laboral, y a veces hasta con las renuncias de tus compañeros.

Yo decidí irme. Pero también decidí que eso no iba a volver a pasarme. Aprendí, crecí, y ahora acompaño a líderes y empresas a evitar que este tipo de situaciones terminen en fuga de talento y frustración.

No querían "generar conflictos". Pero al final, el desgaste, la presión y la desmotivación recaían en mí.

Esta situación se repite en muchas empresas:

• Jefes que piden resultados, pero no respaldan.

• Líderes intermedios que se queman por cargar con todo.

• Talento que se va por la frustración, no por la carga.

🔹 ACCIÓN

Intenté hablar con él, intenté documentar. Cuando quise aplicar una medida formal (como un acta), me dijeron:

“No, mejor no. Ya sabés cómo es él. No hagamos olas.”

Pero cuando algo salía mal… sí me exigían que respondiera.

Fue agotador. No solo porque no me dejaban actuar, sino porque me hacían responsable sin darme el respaldo. Y ahí entendí algo clave:

💡 Liderar sin apoyo es una trampa emocional muy sutil.

Por eso decidí irme. No fue una decisión fácil, pero fue necesaria.

Hoy acompaño a líderes que, como yo, quieren construir equipos sanos, con reglas claras, donde no haya favoritismos ni desgaste invisible.

👉 Si liderás equipos y estás cansada de sentirte sola, sin respaldo o atrapada en una cultura tóxica, escríbeme.

Mis consultorías están pensadas para ayudarte a fortalecer tu liderazgo, establecer límites sanos y construir equipos donde todos tiran para el mismo lado — jefes incluidos.

📩 Agenda una llamada conmigo sin compromiso y cuéntame tu historia. Quizás no tenés que renunciar, quizás sólo necesitas una estrategia clara.

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